ASOCIACIÓN FOTOGRÁFICA DE JEREZ DE LOS CABALLEROS

El viaje a Lisboa con ASFOJE supuso para mí una evasión en todos los sentidos. Esta ciudad pintoresca, es un lugar idílico para el fotógrafo; sus calles, sus famosos tranvías y sus gentes, hacen que sea visitada por un gran número de fotógrafos días tras días.
Ya había viajado a esta ciudad en otras ocasiones, pero esta vez, me puse un gran reto por delante. Quería “aprender” a captar el momento, a ver la imagen antes de disparar y a fijarme en otros factores con mayor detenimiento. Por ello, en estas dos primeras imágenes que presento, fueron obtenidas con cámara analógica, sí, aquella que para la mayoría de los mortales quedó olvidada.
Me quería remontar años atrás, donde primaba el momento a la perfección o calidad de la imagen y por ello también utilicé un carrete en blanco y negro. Pasear por aquellas callejuelas empedradas con la cámara de carrete, fijándome en lo que sucedía a mi alrededor e interactuando con las personas que me encontraba, fue un momento que no olvidaré.
Estas dos imágenes fueron fruto de todo ello. Con el permiso de las personas que posaron para mí, tomé “su momento”, no había opciones para mucho más. En una ocasión normal, hubiera tomado cuarenta o cincuenta fotografías en apenas unos segundos, pero no buscaba eso, solo buscaba el momento, la fotografía en estado puro.

Una ciudad como Lisboa despierta bien temprano. La salida con ASFOJE supuso estar en esos primeros
momentos transitando la ciudad cámara en mano. En las primeras horas del día, el sol se encuentra en una posición baja y hace que se produzcan en el entramado de sus calles, sombras de gran interés. En esta ocasión, realizando una medición correcta en la pared, las sombras se convierten en formas que
acompañan el recorrido visual de la imagen.
No solo bastaba con captar las formas. El incluir el trasiego de personas en la misma fue determinante para conseguir captar las primeras horas del día en la ciudad. Esperé en el lugar exacto y comencé a fotografiar a las personas que pasaban por él. Mi posición sentada en banco como mero espectador. Finalmente elegí esta fotografía para nuestra exposición que viene a complementar otras obras de los fotógrafos aquí presentes, donde se muestra la ciudad de Lisboa, como una ciudad llena de vida y color.